julio 12, 2011

Cómo gestionar lo 'Desconocido-desconocido'

julio 12, 2011
LA INCERTIDUMBRE navega entre dos mundos:el de lo Desconocido-conocido*, todo aquello cuyas probabilidades de que suceda —pero no cuándo— conocemos, los juegos de azar son un ejemplo típico; y el de lo Desconocido-desconocido, aquello de lo que ni siquiera somos conscientes de su posibilidad o existencia antes de que ocurra, por ejemplo: un 11S, la Primavera árabe, el movimiento 15M, etc.

El Cisne Negro, el impacto de lo altamente improbable de Nassim Nicholas Taleb se centra en éste último: en los sucesos inesperados de impacto transcendental y que a posteriori tienen una explicación lógica. Lo que él denomina, utilizando una bella metáfora basada en un hecho real, Cisnes Negros. Ensayo que recomiendo leer para comprender —un poco más— la psicología humana, sus limitaciones de percepción y funcionamiento. Cómo ésta nos condiciona a la hora de tomar de decisiones, ya que no somos tan racionales como creemos.

Sin desvelar la explicación, el porqué de todo esto según Taleb, la parte más impactante del libro —no es el objetivo de esta entrada escatimarte el placer de leerlo—, a continuación extraigo de él una serie de recomendaciones prácticas para lidiar con la incertidumbre... y, sobretodo, sacarle provecho.
  • Aceptar nuestra humanidad. En este contexto, se refiere a comprender la necesidad que el ser humano tiene de predecir —es parte de la sal de la vida—, pero limitándola a situaciones en las cuales el impacto de las consecuencias nos sea asumible.
  • Distinguir entre las contingencias positivas y las negativas, con el objetivo de exponernos al máximo a las positivas (grandes oportunidades) y ser extremadamente prudente y previsor —«paranoico» es la palabra que utiliza Taleb— con las negativas (lo pierdo todo).
  • No buscar ni lo preciso ni lo local, es decir, invertir en estar preparados, en generar ocasiones y no en predecir. A modo de curiosidad, a la habilidad personal de aprovechar los sucesos inesperados se le llama serendipicidad.
  • Aprovechar cualquier oportunidad, o cualquier cosa que parezca serlo. Las oportunidades por naturaleza son raras, por tanto un primer paso imprescindible es estar expuesto a ellas, pero esto sólo no basta, hemos de ser capaces reconocerlas y aprovecharlas cuando las experimentamos —de aquí la importancia de estar preparados—. Además, es necesaria una gran tolerancia a la frustación, ya que el método empleado es el de ensayo y error, y como dice Mark Spitznagel —un ex-alumno suyo—: «es necesario que nos encante perder» para tener posibilidades de ganar.
  • Distanciarnos de cualquier predicción, especialmente de las oficiales. Son una obligación laboral de quienes las realizan —y en algunos casos responden a intereses determinados o simplemente a calmar su propia ansiedad ante el futuro. De igual manera, seleccionar extremadamente la información a que nos exponemos, no sea que las hojas no nos dejen ver el bosque. Como corolario de esta recomendación, está el no perder el tiempo desmintiendo a los vaticinadores, el tiempo ya se encarga de ellos.
  • Centrarnos en las consecuencias, más que en la probabilidad. Nunca llegaremos a conocer lo desconocido, ya que por definición es desconocido. Sin embargo, siempre podemos imaginar como podría afectarnos. Por lo tanto, para tomar una decisión tenemos que centrarnos en las consecuencias (que podemos conocer), más que en la probabilidad o verosimilitud que algo suceda (que no podemos conocer).
*Si afinamos mucho, no es incertidumbre, ya que conocemos su probabilidad y por tanto no es algo desconocido.

julio 06, 2011

Nouakchott

julio 06, 2011
© Steve McCurry, National Geographic August 1987
 
NOUAKCHOTT, Mauritania. ¿Caos vs. orden?

junio 28, 2011

Memorial Masieri

junio 28, 2011
[Imagen: 'Memorial Masieri. F. Ll. Wright, 1953' © Dionisio González. Cortesía Ivorypress]

Domingo por la mañana. Hojeo distraídamente el suplemento semanal del diario sin fijarme en los textos, de pronto, un detalle en una foto de Venecia —a la izquierda, detrás de la lancha— capta mi atención. ¿No es el malogrado Memorial Masieri que Frank LLoyd Wright, ayudado por Carlo Scarpa, proyecto en 1953, pero que no llego a construir?

Leo el artículo. Se trata de una fotografía de Dionisio González perteneciente a la serie Las horas luminosas (2011) y es una colaboración con la organización Venecia en peligro. Ahora la entiendo.

junio 24, 2011

Ambigüedad

junio 24, 2011
[Imagen: vía Ian Claridge.net]

EL DISEÑO del clásico Fiat 600 Multipla (1956-1966) nacía de la ambigüedad. Visto de perfil, la parte delantera se confunde con la trasera, y viceversa, como si fuera "reversible". Es más la plasmación de una idea conceptual (simetría) que un diseño surgido de las leyes de la aerodinámica, lo que le dota de capacidad icónica y atemporalidad.

junio 10, 2011

'Muerte y vida de las grandes ciudades'

junio 10, 2011
Reedición del clásico de Jane Jacobs: Muerte y vida de las grandes ciudades. Una defensa de la complejidad y la diversidad de la ciudad a través de una visión humanista del urbanismo. Publicado originalmente en 1961 y tan actual, un clásico para reflexionar.


+Info:


P.S.: La dedicatoria del autor, a veces, es una pista sobre el contenido ideológico del libro en cuestión; la de Muerte y vida: «A la ciudad de Nueva York, donde vine a encontrar fortuna y donde la encontré al hallar en ella a Bob, Jimmy, Ned y Mary, para quienes escribí también este libro.»

junio 04, 2011

El Hipódromo de la Zarzuela

junio 04, 2011

EL HIPÓDROMO DE LA ZARZUELA, Madrid (1935), de C. Arniches, M. Domínguez y Eduardo Torroja es ejemplo de intuición y sinceridad (arte) estructural. Donde las máximas prestaciones se consiguen con el mínimo (incluso de material, también), por combinación de dos ideas principales:
  1. La sección del edificio.
  2. El módulo autoestable de la marquesina.

1. La sección del edificio.
Red, black, white —A. Calder

La singular sección del edificio, a la manera de los Stabiles de Alexander Calder, juega de manera explícita con el equilibrio entre los diferentes elementos de la estructura. La tendencia al vuelco de la marquesina se contrarresta con el peso del techo de la sala de apuestas del nivel inferior. Techo que permanece suspendido gracias al tirante que cuelga de la marquesina y al apoyo lateral en pilar central, que además garantiza que no halla desplazamientos horizontales; cosa que permite al conjunto no transmitir tracciones a la cimentación. El esquema estructural es la forma del edificio, sin ostentación y con elegancia.
«El elemento de cubierta, CK, con su gran voladizo sobre el gradería de la tribuna, apoya en el soporte principal, AB sobre el que está articulado, quedando impedido el vuelco por el tirante CD, compensando con ello el peso de la galería DB, y el resto de la cubierta, DE de la sala de apuestas inferior, que queda en parte volada por fuera del tirante...»
—Eduardo Torroja

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